Industrial El hormigón es el material más adecuado para la construcción, ya que puede soportar cualquier fuerza de compresión. Además, se trata de un material viable y duradero y se puede moldear en cualquier forma deseada. La mayoría de los edificios de hormigón se encuentran en aplicaciones comerciales, como los centros comerciales y las tiendas de ventas minoristas. En algunos lugares, las plantas de las fábricas cuentan con paredes exteriores de hormigón, diseñadas para mejorar la seguridad y ofrecer una mayor resistencia a los fuertes vientos y tormentas.
Edificio residencial El hormigón es el único de los productos clave de la construcción que llega a la obra en estado blando y que puede amoldarse a prácticamente cualquier forma antes de endurecerse y convertirse en un material extremadamente resistente y duradero. Este producto económico y de fácil elaboración es el producto de construcción más ampliamente usado en el mundo. De hecho, se utiliza como cimiento para casi todos los rascacielos, fábricas, paredes y puentes construidos en la actualidad. El uso del hormigón en las construcciones modernas es una opción responsable desde el punto de vista medioambiental, ya que ofrece a los propietarios edificios energéticamente eficientes al combinar las propiedades de aislamiento con la alta masa térmica y la baja penetración de aire, proporcionando a los ocupantes un óptimo nivel de comodidad y salud.