Vías férreas y carreteras Los pavimentos de hormigón son, con diferencia, el mejor valor a largo plazo cuando se comparan con otros materiales, ya que ofrecen previsiones de vida más larga, mayor durabilidad y requisitos de mantenimiento mínimos. Es más, los pavimentos de hormigón son reciclables y toda la operación puede llevarse a cabo en la obra. No obstante, el hormigón se utiliza en muchas otras aplicaciones como bordillos y cunetas, drenajes de agua, cimientos de torres metálicas, muros de contención, pilares de viaductos y muelles, vigas de hormigón para vías férreas, etc. Las vías férreas y las carreteras son obras de construcción prolongadas (cientos y miles de kilómetros) y su construcción requiere la creación de una preferencia de paso continua y la superación de obstáculos geográficos, así como el diseño de grados de inclinación suficientemente bajos que permitan la circulación de vehículos o los desplazamientos a pie. Son las infraestructuras primarias y a menudo son consideradas la base para la civilización y los asentamientos humanos.
Puentes Construir un puente con hormigón puede tener muchas ventajas. En general, el hormigón es una sustancia muy versátil porque puede soportar una gran variedad de climas. Puede mezclarse de tal manera que se le proporcione la capacidad de resistir oscilaciones extremas de temperatura, así como productos químicos corrosivos. También es más duradero y menos caro que otros tipos de materiales. Como resultado, los puentes de hormigón funcionan bien en la mayor parte de las regiones del mundo. Además, el hormigón es un material flexible, lo cual permite al ingeniero ser creativo la planificar un proyecto de construcción de un puente de hormigón que tenga un diseño artístico.